El feminismo, por definición y práctica promueve y lucha por le igualdad de derechos entre mujeres y hombres. De igual manera se cuestiona sobre los roles de género y la violencia naturalizada de hombres hacia mujeres. Dentro del feminismo ya se habla de feminismos, de diferentes puntos de vista, ideologías y prácticas. Están los feminismos más radicales, el lesbofeminismo, el ecofeminismo, anarcofeminismo, feminismo islámico y muchos otros. Pero desde la década de los 90, surge un feminismo: el ciberfeminismo.
En un mundo completamente heteropatriarcal no es raro encontrarnos con todo un universo tecno-científico masculinizado. Donde la participación de las mujeres o biomujeres se ve invisibilizada, a pesar de que sus aportes han sido útiles a lo largo de la historia. Pero no sólo se trata de mujeres invisibilizadas en sus aportes a la ciencia y tecnología, sino, que se ha construido un imaginario, un actuar y un educar en torno a que la ciencia, la tecnología y las biomujeres no son compatibles.
Desde la educación en el hogar y en las escuelas se maneja un discurso donde el acercamiento de las biomujeres hacia la tecnología es para uso instrumental, para poder aprender a hacer algo, un medio para un fin , a veces, lejano a la tecnología misma. Por otro lado, a los biohombres se les crea un escenario diferente, pues ellos son quienes pueden tener un interés en la tecnología misma, en desarmarla, en crearla , reinventar la y construirla.
Tanto mujeres y hombres hemos estado presentes como sujetos sociales creando, difundiendo, einventando, luchando. Pero las mujeres o biomujeres, hemos sido invisibilizadas por la historia en varios aspectos sociales, culturales y políticos. Desde siempre, las mujeres han sido las creadoras y simuladoras de objetos técnicos para las situaciones inmediatas del acto cotidiano de habitar, han reado artefactos que les son útiles para la transportación de alimentos, para la cocina, para el ordenamiento, para el cuidado de las hijas e hijos. Y su división del trabajo crea que las mujeres sean capaces de hacer las negociaciones y los actos de la supervivencia de las sociedades. Dichas creaciones y funciones del hogar van de cierta manera vinculadas a la ciencia y tecnología, a la alquimia y a la tecnología, cuyo principio es lograr resolver problemas o cuestiones inmediatas. Las mujeres desempeñaban funciones que fueran afines a la ciencia y/o tecnología; como la salud, la alquimia, los textiles, etc.
“En 1984 nacían en Nueva York las Guerrilla Girls, un grupo feminista que comienza denunciando el papel desigual de las mujeres en el arte y promocionando la presencia femenina!” (Gil, 2011: 269). Por medio la expresión artística se comenzaban a demostrar las inconformidades de las diferencias entre biohombres y biomujeres. Pero una pauta importante es el escrito de Donna Haraway llamado el Manifiesto Cyborg, en el cual Haraway comienza a crear una interconexión entre mujeres y máquinas. Por primera vez, se escribe que la mujer desarrolla redes con la tecnología a partir de sus diferencias.
A pesar de esto, es e 1991 cuando VNS Matrix, un colectivo de mujeres artistas escriben el primer manifiesto ciberfeminista llamado Manifiesto de la Perra Mutante, gracias a ello se crea la Primera Internacional Feminista en un festival de arte llamado Documenta X en Alemania.
“VNS Matrix es un colectivo de mujeres dedicadas al arte y preocupadas en la tecnología. Pues fue en los años 90, cuando la palabra y los movimientos cyberfeministas empezaban a ver la luz, claro, con influencias directas del cyberpunk. Por lo tanto, VNS Matrix creen y están seguras que las tecnologías deben de verse desde un punto crítico y que las mujeres deben acercarse a las tecnologías y usarlas, siempre desde una manera crítica. Es por eso que a VNS se le atribuye el uso de cyberfeminismo en sus trabajos”. (Rizoma Mutante).
El arte de alguna manera es masculino, el mundo del arte está rodeado en su mayoría de hombres, de un imaginario patriarcal y de actos patriarcales. Así que el hecho de llevar el feminismo en el arte por medio de los usos y las apropiaciones de herramientas tecnológica, igualmente masculinizadas, es una forma para descentralizar el pensamiento y romper con el pensamiento establecido y las lógicas de éste. “el arte, …., sitúa el trabajo del artista masculino en una poderosa, centralizada y elevada valoración personal y social. Es esa mirada dominante masculina la que consiente y mantiene los mecanismos propios de “naturalización” y “eternización” mediante los cuales el ser (diferente) femenino se convierte en sinónimo de desigualdad. Estos mecanismos se perpetúan a partir de procesos educativos y socializadores.” (Febrer : 2009).
Por otra parte, dentro del papel de la tecnología. Han sido varias las mujeres que han desarrollado aportes para que la tecnología sea como hoy en día la conocemos.
Una de mis favoritas, sin duda es Ada Lovelace. Ada, hija de Lord Byron. Sus padres se divorcian y Annabella, su madre , decide alejar a su hija de la literatura y encaminar su vida a las matemáticas. A los 18 comienza a trabajar con Charles Babbage en su máquina, en la cual Ada crea un lenguaje de programación para el funcionamiento de la máquina de Babbage. Por cuestiones de la época, las mujeres no eran bien vistas en las cuestiones científicas; por lo tanto, Babbage la colocaba en sus escritos como transcriptora y no como colaboradora.
Por otro lado, tenemos a ENIAC, construida en la Universidad de Pensylvannia con el propósito de calcular trayectorias de misiles. Mauchly y Eckert son los ingenieros creadores de ENIAC, pero eran 6 las programadoras que estaban ahí frente a la máquina. Por su parte, la invisibilización de Betty Snyder Holberton, Jean Jennings Bartik, Kathleen McNulty Mauchly Antonelli, Marlyn Wescoff Meltzer, Ruth Lichterman Teitelbaum y Frances Bilas Spence, era de esperarse. Al parecer, se les había contratado como mano de obra barata al ser catalogadas como subprofesionales. En los 80 se mencionaba que ellas sólo eran modelos que posaban frente a la máquina. Sin embargo, ella cada día inventan una nueva forma de que la programación fuera más sencilla.
La tecnología se ha dibujado lejos de las mujeres, antropológicamente a ellas se les ha separado de la ciencia, la técnica y el conocimiento y se les ha encasillado en el hogar, la cocina, la limpieza , la maternidad. La mujer es el sexo bello, la ternura, a quien sólo le gustan las cosas de niñas y no les pueden gustar los robots.
Huecos del ciberfeminismo
“Las barreras de acceso siguen siendo significativas para la participación de las mujeres en la toma de decisiones y el diseño de las tecnologías del futuro.” (Vergel, Hache, Cruells, 2009: 166). Las barreras de la brecha digital no sólo existen por la idea de acceso de Internet, principalmente, sino que ahora por el uso de las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación. Pero además de eso, se le suma la brecha de género, la cual es un poco más grande. Pues las cuestiones culturales y educativas para con las mujeres las encaminan generalmente a un alejamiento y las extrañan de la potencialidad del uso de las NTIC. Esto sumado a las diferencias ideológicas y de interés logran no sólo una separación y una deserción de integrantes tanto de mujeres y hombres en grupos o comunidades, sino, que crea una brecha comunicacional interdisciplinaria.
De igual manera, muy pocas veces se visibiliza a aquellas mujeres involucradas en el desarrollo de las NTIC; por lo tanto, se quitan o no se presentan ejemplos o modelos de referencia, lo cual naturaliza el imaginario de que las computadoras son para hombres. Alejando así, poco a poco los intereses que las mujeres pueden llegar a tener acerca de la tecnología, coartando así la potencialidad en el ramo del desarrollo. Aquellas maneras de actuar hacia los demás pueden llegar a ser las más decisivas en cuanto a el acercamiento o alejamiento de las mujeres para con las TIC.
Por otra parte, la división del trabajo entre géneros establecida desde hace siglos hace que los tiempos libres entre hombres y mujeres sean distintos. Empujando unos y a otros a intereses y haceres lejanos y competitivos y no a un hacer colaborativo.
Las computadoras no son cosa de niños, las computadoras y la tecnología es cosa de todos y nosotros como usuarios tenemos una de las más grandes responsabilidades, está en nosotros el poder compartirla y eliminar los estereotipos del sistema heteropatriarcal.
El ciberfeminismo surge desde el arte, la apropiación de espacios masculinizados para criticar la invisibilización de las mujeres en ese campo. Pero también como la crítica de la inferiorización histórica de los aportes de mujeres en los ámbitos tecnológicos. Desde los grupos de mujeres ciberfeministas, se hace un acercamiento hacia otras mujeres o feministas o ya usuarias de las NTIC, para ofrecerles desde otra perspectiva caminos hacia la apropiación tecnológica. Pero, ¿qué sucede con la alfabetización tecnológica?. El gran hueco que veo del movimiento ciberfeminista, en general, es que no se ha ocupado de una educación tecnológica con perspectiva de género y que permita a más niñas y mujeres incluirse en el uso de las NTIC. De tal manera que se desmitifiquen los estereotipos masculinizantes alrededor de las prácticas en el ciberespacio, dentro de él y por fuera. Esta distición entre online/offline , hace que el movimiento ciberfeminista quede sólo dentro de un ámbito. Lo que implica, la espera de que otros sujetos (hombres o mujeres) se adentren al ciberespacio de otras maneras, desde otras perspectivas, de malas prácticas de seguridad, etc.
Desde mi punto de vista, uno de los nodos que debería de tomar el ciberfeminismo es la alfabetización tecnológica. Abrir y permitir que mujeres sin necesidad de ser feministas, se acerquen al ciberespacio y a la tecnologia en general sin el miedo o sin el imaginario que eso es cosa de hombres.
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Bibliografía
Febrer, Nieves, Arte de género. Cuerpos profanados y fenómenos andróginos, Revista Observaciones Filosóficas, 2008
Gil, Silvia L. Nuevos feminismos: sentidos comunes en la dispersión: una historia de trayectorias y rupturas en el Estado español. Madrid: Traficantes de sueños, 2011. 344 p.
Espinar, Eva (Coord). Géneros y Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación. Revista Feminismo/s No. 14, 2009
Hache, Gruells, Vergés. Mujeres programadoras y mujeres hacker, una aproximación desde Lela Coders, 2001